FAMILIA
¿Cómo orar por mis hijos adolescentes?
Por: Roberson Flórez y Marcela González
Cada etapa que viven nuestros hijos es diferente, en esta edad viven una montaña rusa de emociones – ¡Si me gusta! – ¡ya no me gusta!, está feliz y al rato de malgenio, en 5 segundos cambió de opinión, pero es lo divertido de ser padres, nada es igual y es tiempo de aprovechar cada momento con nuestros hijos poniéndonos en su lugar, la verdad al inicio no es fácil, pero el gran amor que tenemos por ellos nos mueve de nuestra monotonía y comodidad.
El gran reto es entrar en la vida de nuestros hijos y conocer sus luchas, las pruebas, tentaciones, decisiones incorrectas, entre otras, no estamos llamados a ser jueces inquebrantables sino padres que quieren lo mejor para sus hijos. Tony Evans dice “La simple y más grande razón por lo cual estamos perdiendo a nuestros jóvenes es porque el hogar ya no es más ese lugar en donde la fe es transferida”. ¿Qué quiere decir esto? ¿Con que se están enfrentado nuestros hijos al llegar a casa? ¿Qué les estamos transmitiendo? Los primeros que tenemos que hacer un alto y evaluar qué estamos haciendo somos nosotros, estamos siendo tal vez los padres que un día dijimos no querer ser, el trato que les damos, las palabras, el tiempo que les dedicamos.
“Me acuerdo de tu fe sincera, pues tú tienes la misma fe de la que primero estuvieron llenas tu abuela Loida y tu madre, Eunice, y sé que esa fe sigue firme en ti” 2 Timoteo 1:5-7 N T V
Estas mujeres le transfirieron a un joven llamado Timoteo, una fe genuina, sincera, sin máscaras, ni religiosidad. Nuestros hijos observan todo y comparan si hay diferencias entre lo que hablamos y lo que vivimos. Es importante que nuestra fe sea genuina , para poderlos entender debemos iniciar nosotros mismos buscando la ayuda de Dios, no somos perfectos, pero podemos ser sinceros con nuestros hijos, también somos débiles y cometemos errores, pero nos levantamos con la ayuda de Dios. Debemos permitir que Él quite la amargura, tristeza, la frustración de nuestras vidas que vuelva el gozo y amor genuino, un cambio de actitud en nuestro interior, es indispensable para que nuestros hijos puedan confiar en acercarse a nosotros y a Dios.
No importa la situación que estén viviendo, nosotros como padres somos autoridad espiritual sobre nuestros hijos, cuando nos presentamos delante de Dios los ponemos en sus manos aplicando cada derramamiento de la sangre sobre cada área de sus vidas; a veces no entendemos que Dios puede cuidar mejor de nuestros hijos que nosotros mismos, el los hizo crecer en nuestro vientre.
Sal 136: Tú creaste las delicadas partes internas de mi cuerpo
y me entretejiste en el vientre de mi madre.
Él conoce todo de nosotros y nuestros hijos, pasado, presente y futuro, Dios ha decretado el destino de ellos, es tiempo de aprender a depender de Dios en la oración, pedir que abra nuestros ojos espirituales y podamos ver lo que no veíamos, como padres Dios nos dio una fe especial, veamos a nuestros hijos con amor y fe, a pesar de sus debilidades, aprendamos a filtrar todo, esto nos ayuda a ver más allá, y en momento de orar hacerlo con sabiduría y no permitir palabras incorrectas.
John Hagee dice: “Las palabras de bendición tienen poder para controlar y dirigir la vida de la persona sobre la que han sido desatadas.” Recuerden las palabras declaradas por una autoridad espiritual tienen poder, tú eres autoridad sobre tus hijos. Cree y ora que tienen potencial de tener una vida bendecida en todo.
3 Juan 1:2-11 RVR “Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma…-“
Dios es un artista y él nos creó, nosotros como padres podemos en oración esculpir el futuro de nuestros hijos, yo tengo un cuaderno donde plasmo las promesas que Dios me da para mis hijos Nicolas, Juan Manuel y Natalia, las escribo y declaro en oración con sus nombres, las palabras son un reflejo de nuestro corazón, imponemos manos sobre ellos desatando bendición.
Derek Prince decía que la voluntad de Dios se revela a nuestras vidas a través de sus promesas-
Debemos orar con sabiduría pidiendo que Dios nos permita entender cuales su voluntad sobre nuestros hijos, el declarar la palabra en oración es un arma de guerra Efesios 6:11 = la espada del Espíritu. “Deuteronomio 20:4 NVI 4 porque el Señor tu Dios está contigo; él peleará en favor tuyo y te dará la victoria sobre tus enemigos”.
En la Biblia encontramos un padre desesperado que trajo su hijo a Jesús Mc 9:17 -…Maestro, traje a ti a mi hijo. – y le contó lo que estaba viviendo.
TIPS de oración:
1. Cuéntale a Dios todo lo que estás viviendo, sé especificó, Jesús quiere ir a la raíz y traer sanidad y libertad total.
21 Jesús le preguntó al padre: «¿Desde cuándo le sucede esto?» Y el padre respondió: «Desde que era niño.
2. Cree que Dios escucha tu oración y tiene cuidado de ti y los tuyos.
22 … Si puedes hacer algo, ¡ten compasión de nosotros y ayúdanos!» 23 Jesús le dijo: «¿Cómo que “si puedes”? Para quien cree, todo es posible.» 24 Al instante, el padre del muchacho exclamó: «¡Creo! ¡Ayúdame en mi incredulidad!»
3. Sé perseverante en tu oración. Aunque no lo veas inmediatamente Dios lo está haciendo, sigue orando y confiando.
25 Jesús reprendió al espíritu impuro y le dijo: «Espíritu sordo y mudo, ¡yo te ordeno que salgas de este muchacho, y que nunca vuelvas a entrar en él!» 27 Pero Jesús lo tomó de la mano, lo enderezó, y el muchacho se puso de pie.
- Agrega a tu oración un tiempo de ayuno por tus hijos, esto nos hace más sensibles a la voz de Dios y a discernir lo que no estábamos viendo.
29 Jesús les respondió: «Estos demonios no salen sino con oración.»
4. Declara las promesas que Dios te ha dado sobre tus hijos. Si puedes pon tus manos sobre ellos o abrázalos para orar por ellos.
Algunas promesas para nuestras familias
“Ni una sola de todas las buenas promesas que el Señor le había hecho a la familia de Israel quedó sin cumplirse; todo lo que él había dicho se hizo realidad. Josué 21:45 NVI
Pon el apellido de tu familia, el nombre de tu hijo, declara con fe y autoridad. Todas las palabras de Dios están en el sí y en el amén, hay momentos en los que tenemos que orar pidiendo dirección en como corregirlos, por un cambio de actitud, que Dios guarde su entrar y su salir, que restaure su salud, que los apartes de amistades incorrectas, que los vuelva a traer al camino correcto, etc.
Números 6: 23 «Habla a Aarón y a sus hijos, y diles: “Así bendeciréis a los hijos de Israel:
24»” Jehová te bendiga y te guarde.25 Jehová haga resplandecer su rostro sobre ti
y tenga de ti misericordia;26 Jehová alce sobre ti su rostro y ponga en ti paz.”
Les compartimos un poco de nuestra experiencia como padres y que junto a mi esposo hemos trabajado en nuestros hijos, esperamos que sea de gran apoyo en la etapa que estás viviendo, recuerda :
Salmos 32:8NTV
El Señor te dice: «Te guiaré por el mejor sendero para tu vida; te aconsejaré y velaré por ti
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