fbpx
FAMILIA

Cómo ser mamá de un par de prejuveniles y no morir en el intento…

Comparte este blog:

Por:  Luisa Del Rio

Quiero empezar contándoles que soy la feliz mamá de un par de prejuveniles:  Samy de 12 y Aleja de 14. Mis hijos me han llevado a crecer en la fe, en el amor y sobre todo en la paciencia. Una paciencia que en algunas oportunidades parece agotarse, pero que luego se fortalece cuando me digo a mí misma: “¡KEEP CALM!  Están creciendo, están madurando, es sólo una fase, ya van a cambiar…” Pero la verdad; la que ha crecido, madurado y cambiado soy yo, y bendigo a Dios por ello.

Mis hermosos prejuveniles me han llevado y me están enseñando un amor práctico, sencillo y que todo lo puede. Me han enseñado a disfrutarlos, a relajarme y a entender que no moriré en el intento de ser su mamá.

Durante 11 años fui una mamá como la mayoría: salía muy temprano a trabajar y regresaba a casa en las horas de la tarde-noche para jugar con ellos  un rato y a revisar tareas. Conté con la fortuna de tener a mi lado el apoyo de una abuela alcahueta y una nana que los amó y malcrió por más de 10 años.

Sin embargo, llegó el día en dónde tuve que enfrentar una hermosa realidad que me golpeó mucho: volver a casa y asumir el rol de madre a tiempo completo.

Me llevé una gran sorpresa al saber que los chiquitos que cuidaba en la noche, por quienes trabajaba y me desgastaba intentando ser la Mamá maravilla (muchas me entienden)  y a quienes trataba de complacer los fines de semana, habían crecido y eran unos perfectos desconocidos para mí.

Descubrí, por ejemplo, que a Samy ya no le gustaban los carritos de Cars, ahora sólo quería fútbol. Que los guayos de Messi no eran los mismos que los de Ronaldo y mucho menos los mismos que los de Neymar.

Descubrí que Aleja ya no quería muñecas sino que anhelaba preparar Cupcakes y hablar a solas conmigo durante horas y horas de temas que yo consideraba sin importancia.

En conclusión, descubrí que necesitaba volver a conocer a mis hijos, entender sus cambios y estar lista para escuchar y direccionar. Y, lo más importante, reconocí que necesitaba de la dirección y sabiduría de Dios para hacer de mis hijos jovencitos que …”crezcan en sabiduría, en estatura y en gracia para con Dios y con los hombres” (Lucas 2:52).

¡El consejo que quiero dejarte hoy es que te tomes el tiempo de compartir y escuchar a tus hijos cada día! Ellos crecen muy rápido y para brindarles lo que necesitan debemos crecer con ellos.

Hasta la próxima, con Amor…

Luisa del Río


También te podría interesar

Familias del Reino (Parte 4)

Familias del Reino (Parte 4)

FAMILIA Familias del Reino (Parte 4)Comparte este blog: Por: Manuela Castellanos Estas semanas hemos podido aprender juntos acerca de la familia de Zacarías y cómo se convirtió una familia ejemplar. Junto a su esposa Elisabet, logró levantar a un profeta al...

leer más
Familias del Reino (Parte 3)

Familias del Reino (Parte 3)

FAMILIA Familias del Reino (Parte 3)Comparte este blog: Por:  Manuela Castellanos El matrimonio No podemos hablar de una familia sin resaltar que la base para levantar hijos y una descendencia para Dios esta en la relación que hay en la pareja: en el...

leer más
Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos.
Privacidad