FAMILIA
Principios de Autoridad
Comparte este blog:
Alguna vez has pensado “¿cómo puedo hacer para que mis hijos me respeten?” O tal vez has sentido que ellos no toman muy en cuenta tu opinión. Si entiendes que eres la autoridad pero tal vez no has logrado ejercerla de forma correcta, este blog es para ti, así que no te despegues, porque estaremos compartiendo 3 principios que, esperamos, puedan ayudarte en esta gran tarea.
“Entonces Jesús, llamándolos, dijo: Sabéis que los gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que son grandes ejercen sobre ellas potestad. Mas entre vosotros no será así”. (Mateo 20:25)
- La verdadera autoridad jamás debe buscar imponerse
No sé porque hay un concepto que une la autoridad con la fuerza o la violencia, pensamos que ejercer autoridad sobre nuestros hijos es “obligarlos a hacer las cosas que deben hacer” y muchas veces pasamos por encima de ellos en nombre de la autoridad.
Por eso es muy interesante que en este pasaje Jesús aclara “más entre ustedes no será así”. La verdadera autoridad es algo que viene del cielo y que no necesita imponerse a la fuerza, ¿alguna vez viste a Jesús gritando o intimidando a una persona con el argumento de qué el era el Hijo de Dios? Nunca.
Ejercer autoridad de manera violenta no solamente no trae resultados, sino que además puede levantar argumentos (temor /rebelión) en tus hijos en contra de Dios mismo.
Recuerda que tú, como autoridad, estás en la tierra para representar la autoridad correcta, que viene de parte de Dios.
Pero entonces, ¿qué puedo hacer? Veamos cómo continúa el pasaje.
“sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo; como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos”. (versos 25-28)
- La autoridad se obtiene sirviendo a los que amas
Jesús no concluyó ahí, sino que explicó de donde nacía la verdadera autoridad, del servicio. No se trata que uno deba “ganarse” la autoridad, sino más bien que debemos demostrarla e inspirarla. Muchas personas no pueden inspirar esa autoridad dentro de su casa, porque sencillamente, bíblicamente hablando, no la tienen. No sirven, sino al contrario piensan que los demás deben servirles.
Así que si quieres empezar a ver cambios, conviértete, como el hijo del hombre, en un siervo, verás un cambio muy pronto.
Vamos a compartir el último principio:
“Y descendió con ellos, y volvió a Nazaret, y estaba sujeto a ellos.” (Lucas 2:52)
- La autoridad empieza con la sujeción
Por más de que Jesús fuera un niño en este pasaje, no deja de llamarme la atención que siendo DIOS, decidiera sujetarse a sus padres. Algo que debes entender es que la autoridad empieza a Dios y va descendiendo, y la autoridad respeta el curso.
Si quieres que tus hijos estén sujetos a ti, tú debes estar sujeto también, a Dios, a tus autoridades espirituales, a tu cónyuge. Si tu no estás sujeto, la cadena de autoridad está rota, y por más que te esfuerces no podrás demostrarla.
Esperamos que estos consejos te ayuden y que entiendas lo que significa la autoridad de acuerdo a la Palabra de Dios.
Hasta una próxima ocasión.
Equipo Pequeños Héroes
También te podría interesar
¡Prepárate para acampar!
FAMILIA ¡Prepárate para acampar!Comparte este blog: Por: Rich Harding A los niños les encanta acampar, especialmente a los pequeños. La sensación de aventura y conexión con la naturaleza los llena de emoción y respeto por la vida –y además los aleja del...
Obediencia y sacrificio: un mensaje para papás
PADRES Obediencia y sacrificio: un mensaje para papásComparte este blog: Por: Rich Harding “¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y víctimas, como en que se obedezca a las palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el...
¿Cómo hacer el libro de los sueños junto a nuestros hijos?
FAMILIA ¿Como hacer el libro de los sueños junto a nuestros hijos? Save Comparte este blog: Por: Manuela Castellanos Este año Dios nos está motivando a volver al original. ¿Qué quiere decir? ¡Dios nos invita a que volvamos a soñar! Cuando Dios nos creó nos...