1. Jesús y su Palabra, el fundamento de fundamentos

“Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca.” (Mateo 7:24)

Este es un pasaje nos recuerda que Jesús y su Palabra son el único y verdadero fundamento que debemos tener en nuestra vida cristiana y por supuesto, en nuestro ministerio de niños. Ahora, que Jesús y Su Palabra sean el fundamento no significa que “enseñar historias de la Biblia” sea suficiente.

Significa que primero debe haber en nosotros y en todo nuestro equipo de servidores o voluntarios un amor verdadero por el evangelio. ¿Has leído toda la Biblia? ¿La estudias a diario? ¿durante tus servicios hay un ambiente de amor por la Palabra? ¿Tienes un plan de estudio con tus maestros? ¿ O tal vez solamente quieres enseñar cosas que no practicas?

La Palabra de Dios tiene el poder de inspirar la vida de los niños y nuestro deber es permitir que la Palabra brille siempre. Recuerda, nosotros somos instrumentos, pero solamente la Biblia tiene el poder de cambiar una vida, de consolar a un niño que se ha sentido solo o de restaurarlo de los problemas que pueda tener en casa.

El fundamento de la Palabra es algo que debes colocar tu como pastor, coordinador o maestro, no los niños. Los niños serán más bien los que caminen sobre ese fundamento y lo pongan a prueba. Nuestra oración es que todos permanezcan fieles y firmes en la fe.

Además, debemos ser conscientes de la contaminación creciente, especialmente en el área moral. Los juegos, películas, series están diseñadas para dañar el corazón de los niños.

Debemos, más que nunca predicar la Palabra directamente, para que guarde esta generación.

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2. Entiende el propósito, F O R M A R, NO, entretener

“Y Jesús crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y los hombres.” (Lucas 2:52)

La Biblia es curiosamente silenciosa respecto a la infancia de Jesús, pero nos deja un solo pasaje que nos permite entender lo que deberíamos procurar en los niños; que sean formados de manera integral. Hay una corriente moderna, que nada tiene que ver con la Biblia, que trata de mostrar a los niños como un problema, o que son muy difíciles de guiar en el camino de la fe, nada más lejano del ejemplo que Jesús nos dejó.

Este pasaje nos muestra que los niños pueden y deben ser formados en todas las áreas:

Sabiduría: El conocimiento y la Palabra

Estatura: Un correcto desarrollo físico

Gracia con Dios: Crecimiento espiritual y una relación personal con Él

Gracia con los hombres: Relacionarnos de manera respetuosa y acertada con los demás

Nuestro ministerio debe ser intencional en FORMAR a los niños, desafortunadamente muchas iglesias se deciden más por entretener, y aunque entretienen con el evangelio, se queda en eso, una mera entretención.

Cuando estés buscando material, capacitación o herramientas para tu ministerio ten en mente que este es el objetivo. Dios no te confía sus hijos cada fin de semana para que los entretengas, ya tienen mucho de eso con las teles y tablets.

Él los pone en tus manos a sus hijos cada semana, porque confía en que tú los vas a formar, para que puedan enfrentar todo lo que esté mundo quiere traer sobre ellos.

Pon estos dos fundamentos y lograrás construír un ministerio de niños solidos.

Y si necesitas ayuda, acá estamos para ti.

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